Centro y sur de África. Hoy en día ha sido introducida en muchas zonas de la tierra siendo una grave amenaza para las especies autóctonas.
Vive en pequeñas corrientes o en aguas estancadas como lagunas, con aguas turbias y muchas plantas.
Típica de los anuros, con un cuerpo rechoncho y robusto. De ella se puede destacar su forma aplanada y su pequeña cabeza con unos ojos situados en la parte superior de ésta. También posee unas fuertes y muy desarrolladas extremidades posteriores, donde además, podemos encontrar una serie de uñas que le dan el nombre a esta especie. Éstas le son de gran utilidad, tanto para defenderse, como para remover el fondo del río. En las patas anteriores posee un total de cuatro dedos, mientras que en las posteriores un total de cinco.
El color original de esta especie pasa por un marrón grisáceo hasta uno verdoso, con una serie de manchas de un color más oscuro en su lomo, dándole unos tonos perfectos a la hora de esconderse o de acechar a sus presas en el fondo. La parte ventral es mucho más clara. Aún así, en los comercios, es más corriente encontrar ejemplares albinos, color que le da uno de sus nombres.
Depende de la alimentación que les brindemos. Si es buena y nutritiva, lo general es que los machos lleguen a unos 9-10 cm o incluso a los 12 cm en los ejemplares más grandes. Por otro lado, las hembras son más grandes, llegando a los 15 cm, o incluso, a los 17-18 cm.
Una de las diferencias sexuales ya la hemos mencionado anteriormente, y es el tamaño, siendo las hembras más grandes que los machos, aunque esta diferencia no siempre es tan notable, ya que dependerá de la alimentación y espacio que les demos o del ritmo de crecimiento que tenga cada ejemplar. Para estar más seguros, hay otras dos diferencias; una de ellas es el tamaño de los labios cloacales, que es ligeramente superior en las hembras; y la otra es, que los machos, al llegar a la madurez sexual desarrollan en la cara interior de las extremidades anteriores una línea de color oscuro que destaca sobre el color claro de la zona ventral.
Cuanto más grande, mejor, pero como es una especie que alcanza un tamaño muy notable, conviene proporcionar 30 ó 40 litros de agua por ejemplar. Así un acuario adecuado para una pareja de esta especie sería uno de unos 60-80 litros. Lo mejor sería tener un acuario destapado, y con una malla (tipo mosquitera) en lugar de la tapa, ya que así evitaremos posibles fugas y al mismo tiempo que la luz caliente el aire que hay entre la superficie y la tapa del acuario. Si no podemos quitar la tapa y sustituirla por una malla, deberíamos dejar un espacio de unos 20 cm entre la superficie del agua y la tapa; evitando así el calentamiento excesivo del aire. Este punto es importante.
Conviene poner un buen filtro, ya que es una especie muy sucia y que genera muchos restos y residuos. Aún así, trataremos de evitar que haya corriente o mucho movimiento de agua, ya que esto las estresaría, así que tendremos que vigilar el caudal.
Respecto a la iluminación; comentar que dependerá de las plantas que pongamos.
Además deberíamos colocar un calentador, ya que, aunque es una especie que aguanta un amplio rango de temperaturas, se siente cómoda a unos 20º-24º C.
Por último, en lo que se refiere a la decoración, deberíamos optar por una gran cantidad de plantas fuertes y resistentes, ya que estas ranas tienen la manía de excavar en la grava estropeando y quitando nuestras plantas del sustrato. También les deberemos proporcionar escondites mediante raíces o piedras, pero que no contengas aristas afiladas que puedan dañar su piel. Para la grava, lo mejor es optar por una de grano grande, para evitar que se la trague, cosa que le podría ocasionar desde una hinchazón hasta una enfermedad grave.
Aguanta un amplio rango de temperaturas, desde los 3º C hasta los 40º C. Si bien, se siente cómodas a temperaturas más templadas, sobre los 20º-24º C. Así, para algunas personas que vivan en zonas cálidas o templadas, no será necesario tener un calentador encendido todo el tiempo, salvo aquellos días algo más fríos.
Es una especie muy resistente que aguanta un amplio rango de pH, pero aún así, lo ideal sería un pH neutro. Lo verdaderamente importante, y que ya lo mencionamos anteriormente, es proporcionarles una buena oxigenación al agua. También es muy importante no tener cloro en el agua, ya que le afecta a la piel provocándoles alguna irritación si la cantidad es excesiva.
Cuanto más variada, mejor. Uno de los mejores alimentos que les podemos ofrecer son las lombrices. También les podemos dar larvas de mosquito, kril y otros invertebrados como grillos y otros insectos, siempre y cuando no contengan o hayan sido expuestos a posibles insecticidas. Lo mejor será alimentarlas con comida viva, o en su lugar, congelada.
De vez en cuando, también les podemos ofrecer pequeños trozos de pescado, pero tendremos que asegurarnos de quitarle las espinas a los trozos que vayamos a darles y que sea de agua dulce. También si podemos, y al igual que con los otros alimentos, si podemos ofrecerles pequeños peces (tipo gambusia, guppy...) como alimento vivo, mucho mejor.
Al principio se mostrará muy tímidas y se estresarán ante cualquier movimiento que se haga delante del acuario, o ante el simple hecho de apagar o encender el acuario. Aún así, con el tiempo, irán cogiendo más confianza y no serán tan asustadizas, aunque conviene ponerles muchos escondites como dijimos anteriormente.
Lo natural es verlas flotar en la superficie o verlas escondidas entre la vegetación o la decoración a la espera de una presa. Hacia otras ranas de su misma especie y tamaño tendrá un comportamiento pacífico, pero nunca deberemos mantener dos ejemplares de tamaños muy desiguales, ya que en esta especie es muy común el canibalismo de los ejemplares más grandes a los más pequeños o a los renacuajos.