Clasificación:
Orden: Cichliformes
Familia: Cichlidae
Género: Astronotus
Especie: A. ocellatus
Su nombre proviene del del griego antiguo ἄστρον (astron), que significa un cuerpo celeste, y νότος (notos), que normalmente se dice que significa atrás, pero también parece significar sur. Por su parte, ocellatus proviene del latín ocellatus, que significa que tiene ojos pequeños, en alusión su la mancha distintiva en el pedúnculo caudal.
Distribución:
A. ocellatus es un pez presente en un amplio número de países y ríos de la cuenca amazónica. Se sabe de la existencia de este pez en países como Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Guayana, Surinam, Guayana Francesa, Paraguay y Uruguay. Los ríos en los cuales podemos localizarlo son el Amazonas y varios de sus afluentes, río Negro, río Solimoes, Ucayali, Tapajós, Madeira, Tocantins, Putumayo, Orinoco, Approuague y Oyapock.
También existen poblaciones salvajes en varios países de Asia y los EEUU, aunque se cree que han sido introducidos artificialmente por el hombre para el comercio y la acuicultura. Existen grandes poblaciones de A. ocellatus en lugares como Florida -donde se han convertido en un gran problema debido a que se trata de una especie invasora muy voraz y destructiva del medio que invade-. En algunos países sudamericanos es ampliamente utilizado para el consumo humano, pescándose y siendo criado para tal fin.
Ocasionalmente, pueden estar disponibles animales silvestres en comercios, pero la gran mayoría de los que están a la venta provienen de criadores comerciales de Europa del Este o del Lejano Oriente.
Con tan amplia distribución geográfica, no es raro que haya sido encontrado en numerosos sistemas fluviales, con diferentes hábitats. Se pueden encontrar con mayor frecuencia en aguas poco profundas de aguas tranquilas o de movimiento lento en áreas boscosas. En contrapartida, también parecen favorecerles los hábitats de aguas bravas cargadas de sedimentos, normalmente asociados a raíces de árboles sumergidas bajo la cubierta de vegetación ribereña.
Forma:
El Óscar es un pez que presenta una morfología ovalada, muy robusta y de compresión lateral. Sus ojos son grandes en comparación con el tamaño de la cabeza, que también es de gran tamaño. Presenta forma cónica y muestra también 7 poros pre-operculares. La boca es muy grande, está situada en posición terminal y consta de unos labios gruesos y ligeramente arqueados. El labio inferior es algo más prominente que el superior.
También posee pequeños dientes en la boca, aunque lo que lo hace realmente atractivo a la hora de verlo comer es la utilización de su faringe dentada, característica de los miembros de la familia Cichlidae, puesto que, debido a su gran tamaño, es fácilmente observable cada vez que le proporcionamos alimento (si dicho alimento son pellets, podremos incluso escuchar como son triturados por ésta a cierta distancia del acuario).
Las aletas no destacan por su gran envergadura en comparación con el tamaño total del animal. La aleta dorsal nace en una posición retrasada y muere en el pedúnculo caudal. Presenta entre 12 y 14 espinas y entre 17 y 21 radios blandos. Su altura va de menor a mayor a medida que se extiende hacia la parte posterior del pez, y acaba en forma redondeada. La aleta anal nace en una posición muy retrasada -sobre el tercio posterior de su cuerpo- y muere en el pedúnculo caudal, a la misma altura que la aleta dorsal; muestra 3 espinas, entre 16 y 20 radios blandos y tiene forma redondeada. Las aletas pélvicas exhiben una forma puntiaguda muy afilada. Las aletas pectorales son pequeñas y redondeadas. La aleta caudal es grande y presenta forma de abanico.
En algunos ejemplares, las aletas dorsal y anal se afilan, perdiendo esa forma redondeada y adquiriendo una forma más puntiaguda, si bien sí que proporciona redondez al conjunto.
Posee una línea lateral muy marcada que tiene de 33 a 38 escamas y que surge en la zona superior del opérculo recorriendo toda la longitud del animal hasta la zona del pedúnculo caudal.
Coloración:
La coloración que muestra el A. ocellatus salvaje se compone de un fondo gris oliváceo y negro, sobre el que se dibujan manchas amarillo-anaranjadas, naranjas o rojas. También el ojo suele ser de color amarillo o naranja.
La coloración puede variar durante el desarrollo y dependiendo de cada individuo.
Los ejemplares jóvenes son de un color muy oscuro y la mayoría de las veces con aletas más claras; después de 3 a 4 semanas, se percibe el desarrollo de "fasciaturas" (bandas transversales) y también un aspecto general más colorido; sin embargo, el ocelo aún es apenas visible. Los ejemplares más viejos pierden la ornamentación transversal y adquieren diseños muy variados como pueden ser bandas, jaspeados o manchas.
La característica principal en su coloración es la presencia de un ocelo o aro naranja en la zona del pedúnculo caudal, con el interior habitualmente coloreado en negro; y en algunos ejemplares salvajes la presencia de más ocelos similares al anterior en la base de la aleta dorsal, lo cual no se da en ejemplares criados en cautiverio, ni en algunas poblaciones salvajes, dependiendo de su procedencia.
La crianza masiva para su uso ornamental ha derivado en una amplia gama de coloraciones actualmente disponibles en los comercios dedicados al mantenimiento de peces de acuario. Algunas de estas coloraciones dan origen a distintas variedades como Óscar rojo, tigre rojo, lutino, limón, rojo rubí, dorado, tigre albino, etc. (también podemos encontrar la variedad de Óscar con aletas de velo).
Tamaño:
En acuario llegan a alcanzar con facilidad los 35cms de longitud, mientras que en libertad se han llegado a observar ejemplares que han sobrepasado los 45cms, aunque no es lo más común.
Esperanza de vida:
El promedio de vida del pez Óscar es de entre 10 y 13 años. Sin embargo, un Óscar con una buena genética y cuidados adecuados puede vivir más de 15 años.
Parámetros del agua:
PH: 6.0-7.5
GH: 6-10
Temperatura: 22-28ºC (ideal 25-26ºC)
Los ejemplares criados en cautividad no acusan en exceso las diferencias de valores del agua, siempre y cuando se mantengan dentro de un margen aceptable para peces procedentes de la cuenca amazónica.
Acuario:
Debido al gran tamaño que alcanzan estos peces, deberán tener un acuario de 150 litros para un ejemplar, pudiendo mantener una pareja confirmada en 200–250 litros.
Si queremos mantenerlos con otros peces, o en un grupo mayor, deberemos tener muy en cuenta la cantidad de litros que necesiten tanto ellos mismos como sus acompañantes para evitar peleas, luchas y posibles tragedias.
La filtración ha de ser excelente y cuanto más sobre-dimensionada mejor, puesto que A. ocellatus es un pez de apetito muy voraz y gran tamaño, por lo que la cantidad de residuos que es capaz de generar es directamente proporcional a estos factores. Debido a ello, será necesario un mantenimiento exhaustivo con cambios de agua abundantes y regulares.
El sustrato ideal podría estar compuesto por un fondo arenoso (no demasiado fino, puesto que lo removerán continuamente) o por un sustrato formado a base de rocas y guijarros, pudiendo conjuntar ambos para crear un entorno adecuado y natural.
En cuanto a la decoración, es ideal una compuesta a base de madera y piedras, colocando alguna piedra plana donde poder realizar puestas en caso de poseer una pareja.
Se ha de tener cuidado si se quieren colocar plantas, puesto que el Óscar es un pez al que encanta “redecorar” su casa a su gusto: excavar, arrancar plantas, cambiar elementos de la decoración de posición, etc. Por lo tanto, con bastante seguridad, será difícil el mantenimiento de plantas en su acuario, de manera que la iluminación no es algo a tener demasiado en cuenta en este caso y casi cualquier fuente de luz podría ser adecuada. Hay que tener especial cuidado con la posición de las piedras a colocar, pues podrías hacerlas caer con facilidad, con el consiguiente peligro que esto conlleva.
La corriente debe ser moderada, debido a que gustan de aguas con poco movimiento (esto no debe ir en detrimento de la filtración), y deben tener un espacio amplio para la natación.
Alimentación:
A. ocellatus es un pez tróficamente omnívoro, ya que en su dieta se incluyen algunos frutos, si bien es cierto que esa dieta es mayoritariamente de base carnívora, pues se compone de peces de pequeño tamaño, anfibios, insectos, gusanos, camarones de río, caracoles, y, en general, cualquier animal que le entre en la boca, inclusive pequeños mamíferos (esto ha de ser algo a tener en cuenta a la hora de elegir acompañantes).
En los comercios dedicados a la acuariofilia podemos encontrar comida comercial para cíclidos de gran tamaño en forma de sticks o pellets. También aceptará sin problemas alimento congelado y liofilizado.
Por lo que, como podemos ver, no se trata de un pez demasiado exigente a la hora de comer, sólo hay que cerciorarse de aportar los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo y no sobrealimentar, puesto que la carga que se genera en el acuario ya es de por sí bastante alta, lo que nos obligará a hacer constantes cambios de agua si nos pasamos con la alimentación. El riesgo a sobrealimentar es mayor si cabe debido a que son animales muy inteligentes y aprenden a pedir comida a sus cuidadores, cada vez que los ven acercarse al acuario.
Esta especie no debe ser alimentada con carne de mamífero o ave, como corazón de vaca o pollo y, de manera similar, hay pocos beneficios en el uso a largo plazo de peces para alimentarlos, como vivíparos o pequeños peces dorados, que conllevan el riesgo de introducción de parásitos o enfermedades y, en cualquier caso, no suelen tener un alto valor nutricional a menos que se acondicionen adecuadamente de antemano.
Comportamiento:
La fama que inevitablemente acompaña al pez Óscar es la de un pez muy violento e incluso asesino. Es cierto que es un pez territorial y cuenta con la agresividad propia de los cíclidos; sin embargo, puede llegar a ser muy sociable con otros peces con los que comparta el acuario si seguimos algunas pautas.
Bajo ningún concepto se debería poner un Óscar con otros peces que le quepan en la boca, pues ineludiblemente los verá como comida tarde o temprano (se dan casos de convivencia de estos peces con otro de tamaño pequeño como Corydoras, pues se dice que ellos pueden distinguir qué se puede comer de lo que no, aunque no es nada recomendable hacer la prueba), y en la convivencia con ejemplares de su misma o de otras especies, deben haberse criado juntos desde pequeños para que se toleren. Si intentamos crear esa tolerancia a la fuerza, introduciendo ejemplares adultos extraños para los que ya tengamos, pueden producirse luchas territoriales, más aún en el caso de ser dos machos. Unos compañeros adecuados podrían ser carácidos de buen tamaño, anostómidos, otros cíclidos y loricáridos o bagres dorádidos más grandes.
Otro dato por el que tomamos al pez Óscar como “muy agresivo” es que, en el cortejo, los dos individuos se “miden” en una pelea, menos agresiva que en los casos anteriores, para comprobar las aptitudes del posible progenitor.
Se dice que A. ocellatus es uno de los peces de acuario más inteligentes que hay, esto es debido sin duda a que son capaces de reconocer a su cuidador, incluso a interactuar y crear un vínculo con él.
Es posible enseñar al pez Óscar a realizar trucos sencillos como pasar por aros, introducir pelotas en porterías, dejarse acariciar o coger con la mano, incluso dejarse sacar del agua.
También se trata de un pez muy dado a la teatralidad, si hacemos o introducimos algo en el acuario que no es de su agrado, se tumbará en el suelo y se hará el muerto para mostrarnos su desagrado, volviendo a nadar normalmente solo cuando haya cesado la situación que le incomodaba.